Tanto padres como maestros desde el preescolar tiene la idea de que el niño sólo aprende estando sentado en una silla con un libro en la mesa o con un adulto (no necesariamente un profesor) que le va diciendo las diferentes nociones que deberá aprender.
Si bien el estar sentado y escuchar es una habilidad que favorece el desarrollo de la atención, no significa que es la mejor forma de permitir que el niño emplee todas las habilidades intelectuales que posee ya que él necesita no sólo recibir información sino también descubrirla por sí mismo.
Si hablamos de la primera infancia es muy común escuchar que si deseamos que el niño aprenda debemos ser constantes y perseverantes en aquello que deseamos enseñar lo cual significa que la repetición es un recurso que favorece a la memoria y por tanto al aprendizaje y esto es verdad.
Sin embargo, el que una información se repita no significa que deba ser siempre de la misma forma, es ahí cuando se deben tener en cuenta las cinco puertas o puntos de acceso al conocimiento que son las siguientes:
1. Narrativo: a través de la narración el niño hace uso de los diferentes medios de expresión como son el lenguaje oral, gestual o escrito. Con ella se busca desarrollar la comunicación, aspecto importante que permite evidenciar los aprendizajes adquiridos.
2. Fundacional: aquí el niño es capaz de formularse planteamientos que lo llevan más allá de lo que ve. Con ella se busca lograr un nivel de abstracción, necesario para el descubrimiento de nuevos aprendizajes, esto favorece el desarrollo de la imaginación.
3. Lógico Matemático: a través del razonamiento matemático el niño hace uso de nociones espaciales, nociones de cantidad, relaciones, comparaciones, entre otras nociones. La actividad lógica matemática contribuye al desarrollo del pensamiento creativo.
4. Experimental: durante la primera infancia el pensamiento del niño es concreto necesita de la experiencia directa con su cuerpo y con los objetos para lograr aprendizajes significativos, por lo tanto cuanto mayor sea el material concreto que el niño logre manipular su aprendizaje será mucho más sencillo.
5. Estético: todo aprendizaje que se desea introducir en el niño debe hacer de forma motivadora que sea atractivo a los sentidos, una de las características de los niños en sus primeros años es que son sensoriales, sus aprendizajes parten de aquello que ve, escucha, huele, saborea o toca y si lo que se le ofrece no le es atractivo simplemente será un aprendizaje perdido.
Si un mismo aprendizaje lo enfocamos considerando las cinco puertas de acceso al conocimiento estaríamos ofreciéndole al niño diferentes formas de adquirirlo y a la vez se estaría reforzando en diferentes oportunidades.
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